La vivienda está situada en el último nivel de un edificio de nueve plantas de los años 60, sobre la Av. Libertador y esquina Schaiffino de la Ciudad de Buenos Aires.

La reforma se centra en crear un gran espacio único de, cocina, salón, comedor, dormitorio y baño que están todos volcados sobre la terraza perimetral que asoma por la calle.

Su forma estrecha y alargada ayuda a focalizar las vistas de largo alcance enmarcadas por las ventanas, incorporándolo al interior.

Se actuó de forma integral, redefiniendo los usos anteriores a la reforma, respetando el nucleo circulatorio vertical, ahora de madera de guatambu que se define en si mismo como el único espacio cerrado, resolviendo todas las cuestiones prácticas como las instalaciones y el almacenamiento mediante un armario continuo.

Un baño principal se incorpora a los espacios principales y logra su privacidad mediante la opacidad automática de sus vidrios